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¡Hola!

Soy José Manuel, un enamorado de la naturaleza desde toda la vida. Ya de pequeño me gustaban los animales, los bichos, las flores ... Entonces ya iba con mi padre los domingos a la sierra o al río a pescar y disfrutaba recorriendo río arriba y abajo descubriendo todo ese mundo nuevo para mí, no sin alguna bronca por parte de mi padre, pues "le espantaba los peces".

Con el tiempo la afición fue ahondando en mí, y hace unos pocos años descubrí que la fotografía era una buena manera de disfrutarla y difundirla compartiendo con todos vosotros, los muchos aficionados y verdaderos maestros que subis vuestras fotos a la red y de los que estoy aprendiento día a día.

Espero que este modesto Blog sea de vuestro agrado y si algún compañero tiene un blog o una página de fotografía de naturaleza, me de la dirección en cualquier comentario que lo visitaré con mucho gusto y estaré encantado de añadirla a mis enlaces si es su deseo.

Un saludo cordial desde Doña Mencía (Córdoba) y gracias de antemano.

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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Zorzal charlo













Zorzal charlo. Turdus viscivorus

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:            Passeriformes
Familia:          Turdidae
Género:          Turdus
Especie:         Turdus viscivorus

Longevidad:      Pueden vivir hasta 10 años.
Peso:                 De 120 a 140 gramos aproximadamente.
Longitud:          26 cm aproximadamente.
Envergadura:    Con las alas abiertas pueden medir alrededor de 45 cm

El zorzal charlo es muy cauteloso, tímido y huidizo pero, sobre todo en época de cría, se vuelve más agresivo, pudiendo atacar a algún intruso que se acerque a su nido.
Su color se parece al del zorzal común. Su postura notablemente erguida también lo distingue de otros tordos. Su dorso es de color marrón grisáceo. Su cola bastante larga tiene puntas blancas. Las zonas interiores son mayormente claras, con los flancos y el pecho de color crema pálido pero salpicado de manchas redondas negras. Durante el vuelo, las cobertoras blancas de la parte inferior del ala y las axilares son una característica distintiva útil para identificarlo. Ambos sexos tienen idéntico plumaje. Las aves jóvenes se pueden reconocer por sus partes superiores más moteadas. Las patas son de color marrón amarillento claro. Su pico es de color gris oscuro con una base amarillenta hasta la mandíbula inferior. El iris es de color marrón.
Su hábitat es muy variado, nidifica en bosques mixtos, forestas y bosques de coníferas. También suele verse en zonas adehesadas e incluso parques y jardines. Construye el nido a gran altura del suelo, muy temprano, incluso a finales de febrero ya pueden verse al descubierto algunos de ellos sobre las ramas de los árboles; tiene forma de cuenco, hecho de ramitas, musgo y líquenes, recubierto en su interior con arcilla o fango y pequeños trozos de hierbas y hojas. Suele poner dos nidadas de unos cuatro a seis huevos desde el mes de abril al mes de junio. La incubación es llevada a cabo por la hembra durante dos semanas y otras dos semanas tardarán aproximadamente en abandonar el nido mientras son alimentados por ambos congéneres.
El zorzal charlo se alimenta fundamentalmente de lombrices, gusanos, insectos, larvas, semillas y bayas de muérdago. También aparece en su dieta la fruta.
El vuelo es fuerte, directo y en la mayoría de las ocasiones se puede ver a una altura considerable, ya que gusta de posarse sobre las ramas más altas de los árboles.
En muchas ocasiones es posible observar algunos  ejemplares de esta especie en zonas de cultivo, donde acuden a buscar alimento y en las zonas acuáticas que suelen frecuentar durante el estío donde, además de beber, realiza su aseo de plumaje.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La Cabra montés o Capra pyrenaica en El Torcal de Antequera


















La Cabra montés o Capra pyrenaica

Clasificación científica

Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:              Mammalia
Orden:            Artiodactyla
Familia:           Bovidae
Género:           Capra
Especie:          C. pyrenaica

La Cabra montés (Capra pyrenaica) es una de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica. Se trata de un bóvido de menor tamaño que el ciervo y de complexión fuerte y robusta. El macho tiene una cornamenta grande, sin ramificar, que se desvía ligeramente hacia atrás. En la hembra es mas pequeña y delgada.
La cabra montés es una especie con fuerte dimorfismo sexual, al igual que muchos otros bóvidos. Las hembras miden unos 1,20 metros de largo y otros 60 de altura en la cruz, pesando entre 30 y 45 kilos. Tienen cuernos bastante cortos y se parecen bastante a una cabra doméstica. Los machos, en cambio, pueden llegar a los 148 centímetros de largo y tener una altura de 77 centímetros en la cruz, alcanzando un peso máximo de 110 kilos. Es un animal fácilmente distinguible por su cornamenta; los cuernos son gruesos, rugosos y nudosos y normalmente dirigidos hacia atrás, pudiendo medir de 75 a 120 cm. Los cuernos en las hembras son mucho más reducidos en tamaño, no sobrepasa los 35 cm, son menos rugosos y más delgados y débiles. Los machos adultos tienen también una cara más alargada y la típica barba de chivo oscura, bajo la mandíbula.
El color y longitud del pelaje varía según las subespecies y la época del año. En verano es de color gris-rojizo, con manchas negras visibles sobre todo en las partes anteriores de las cuatro extremidades, el cuello y los flancos. En invierno el pelaje es más apretado y oscuro por lo que las manchas negras no son tan potentes.
Quizá la adaptación más impresionante que presenta la cabra montés es el diseño de sus pezuñas, con bordes elásticos y suela áspera, antideslizante. Los bordes exteriores son muy duros, la pezuña es dilatable y la articulación es extremadamente móvil. Todas estas características permiten que la cabra montés pueda desplazarse por lugares inhóspitos y paredes casi verticales con total seguridad.
Son animales esencialmente rupícolas que se defienden bien sobretodo en media montaña (1400-2200 m) situándose durante el verano, en las partes más altas y en los sitios más escarpados y descendiendo un poco en invierno, aunque sin llegar a los valles donde se desplazan con dificultad al igual que sobre la nieve.
Son animales de vida diurna que recorren los pastizales de alta montaña buscando el sustento diario, se mueven perfectamente por zonas muy escarpadas aunque lo hacen pausadamente, pero si presienten peligro huyen rápidamente hacia las zonas más altas, pudiendo dar saltos de varios metros entre rocas.
En la época de celo, a finales del otoño, los machos van a buscar los grupos de hembras, con el fin de formar su harén particular, y es en esta época donde las luchas de los machos son enconadas y los combates más serios. Se yerguen sobre sus patas traseras y dejándose caer asestan un topetazo a su oponente, esto se repite hasta que uno de los contendientes comprende la superioridad de su antagonista y se retira.
Mientras se producen las luchas de los machos, las hembras que están receptivas y esperan un ganador, pueden ser montadas por machos jóvenes que aprovechan los descuidos de los contendientes, y es que las cabras son poliandricas y pueden ser cubiertas por machos distintos.
Los machos ganadores comienzan el cortejo de apareamiento olfateando los genitales de las hembras y de este modo percibir su receptividad. Para ello adoptan una postura muy peculiar, con gestos muy particulares, lo que se conoce entre los monteros como "hacer el feo". Fruncen el labio superior, sacan la lengua y la levantan por encima el labio, apoyan los cuernos a la espalda y estiran mucho el cuello, a la vez que la cola está levantada y apoyada la grupa, y emiten sonidos entrecortados y agudos que mantienen durante un rato.
Esta especie se desenvuelve por igual de día y de noche, aunque sus máximas horas de actividad se localizan por la mañana y a finales de la tarde, cerca del crepúsculo. En invierno desarrollan su actividad en las horas centrales del día, que es cuando hace más calor.
La cabra es esencialmente fitófaga, come todo tipo de alimentos vegetales. En invierno come prácticamente de todo, debido a la escasez de alimentos: líquenes, musgos, hierbas y cortezas, cuando no le queda más remedio desentierra raíces. En primavera suelen elegir tallos tiernos, y todo tipo de brotes. En esta época comen mucho, incorporando también hongos, helechos, flores y frutas, necesitando de sal, que puede tomar, de diversas formas, pero la más normal es, lamiendo alguna roca que contenga esta sustancia.
Son animales sociables, pero cambian a menudo de manada. Ésta puede estar constituida por machos adultos, hembras con sus crías o adolescentes de ambos sexos (en este último caso, sólo durante el verano). Los machos y las hembras adultas se reúnen en la época de celo, en los meses de noviembre y diciembre; la gestación dura unos 5 meses, y la época de parto es entre abril y julio. Tienen entre una y dos crías, a las que amamanta hasta los seis meses de edad.
Sus poblaciones, en España, se distribuyen en Sierra de Gredos (Ávila), Puertos de Tortosa-Beceite (Cataluña), sierra madrileña y sierras del sur y este, Sierra Nevada, sierras malagueñas (Torcal de Antequera), Cazorla, Segura, etc.
Entre los enemigos destacan los perros asilvestrados y los lobos, aunque éstos últimos actualmente ocupan áreas bastante alejadas de los territorios de las cabras montesas.
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