Curruca zarcera (Sylvia communis)
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Sylviidae
Género: Sylvia
Especie: Sylvia
communis
La Curruca zarcera (Sylvia communis) es
una especie de ave paseriforme de la familia Sylviidae; posee un amplia área de
cría, pues se extiende a casi toda Europa, exceptuando el norte y las montañas
escandinavas. Pájaro estival España, nidificando en todas las comunidades
autónomas peninsulares. Se distribuye de forma continua por el tercio norte
peninsular, y de forma más puntual en Pirineos, el Sistema Central, los montes
de Toledo y las sierras béticas y subbéticas. Es una especie migradora
transahariana, con áreas de invernada al sur del Sáhara, en el África tropical.
Presenta una longitud de 14 cm,
envergadura de 22 cm, e iris castaño de 3'5 mm Ø. Es una curruca de tamaño
medio, con la cola relativamente larga y con las rectrices externas blancas. El
macho luce una cabeza gris durante la época de cría y pardo el resto del año,
con la garganta blanca, el dorso de color pardo con las alas rojizas y las
partes inferiores claras con tonos rosados. Las patas son de color marrón
claro, el pico marrón grisáceo con la base de color rosado azulado, hacia la
mandíbula inferior. La hembra es muy similar, sólo que tiene la cabeza pardusca
y el pecho algo más rojizo de tonos apagados. De cerca se puede ver que los
adultos tienen el iris rojo en contraste con el anillo ocular claro.
Se localiza en terrenos abiertos con
arbustos bajos, cubiertos de matorral, ya que se mueve por majuelos, setos de
matorral, zarzas, enebros, sabinas y brezos entre otros, donde puede ocultarse.
Lo podemos ver en linderos con arbustos y malezas, en campos de cultivo,
praderas y bosquetes. Evita vivir cerca de espacios habitados, y normalmente
recelan de la actividad urbana, aunque en ocasiones puede observarse en las
proximidades de pueblos.
Son aves principalmente insectívoras,
basando su dieta en pulgones, escarabajos, orugas, chinches, mariposas,
hormigas, abejas, mosquitos, arañas y moscas, entre otros, que caza sin
descanso. No obstante también puede complementar, sobre todo, al final del
verano y en otoño con bayas, cereales, zarzamoras de las zarzas donde se
ocultan, y los frutos de majuelos y endrinos.
Las currucas zarceras no son tan
escondidizas y discretas como otras; el macho se posa al descubierto en la rama
de un arbusto para lanzar al aire su breve pero dulce canto. Elige su
territorio tan pronto como llega a España y puede emparejar con la primera
hembra que pase por el mismo. El cortejo nupcial puede ser violento por ambas
partes.
El macho construye los nidos entre la
espesura de un arbusto o herbazal, que le ofrece a la hembra; esta escoge uno,
o ambos construyen otro nuevo; consiste en un pequeño cesto de ramitas y hojas,
forrado de pelos, plumas y hojitas secas. Los dos padres harán turnos para
incubar, cuidar y alimentar a los pollos.
La puesta, de mayo a julio, usualmente de
4 a 5 huevos, de color verde claro con marcas grises. La incubación es de unos
12 días, por ambos padres, que alimentaran a los pollos; éstos dejan el nido
tras unos 11 días. Normalmente dos puestas al año.