Liebre común, Lepus europaeus
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Lagomorpha
Familia: Leporidae
Género: Lepus
Especie: L.
Europaeus
Longevidad: Entre 7 y 9 años en libertad, mientras que en
cautividad puede alcanzar 12 años de
vida.
La liebre común o liebre europea (Lepus
europaeus) es una especie de mamífero lagomorfo de la familia Leporidae que se
encuentra entre las piezas de caza mas buscadas por los cazadores.
Es un animal de mediano tamaño, pelo
suave y corto, orejas aun más largas que las del conejo, con el extremo de
color negro, y rabo corto; sin dimorfismo sexual acentuado, las hembras son
algo más pesadas. Al igual que su congénere el conejo, la liebre es una especie
fundamentalmente crepuscular y nocturna, que constituyen piezas claves en
nuestra fauna, de modo que se considera que más de treinta especies de
mamíferos, aves y reptiles incluyen a la liebre dentro de su dieta alimenticia.
Son presa habitual del lobo (Canis lupus), zorro (Vulpes vulpes), gato montés
(Felis silvestris) y grandes aves rapaces.
Su área de distribución se extiende por
toda Europa con excepción del norte de la península Escandinava, una gran parte
de la península Ibérica y algunas islas del Mediterráneo. También se encuentra
en el norte de África y en occidente de Asia.
En la Península Ibérica hay tres especies
de liebres: la liebre de piornal (Lepus castroviejoi), la liebre europea (Lepus
europaeus) y la liebre ibérica (Lepus granatensis). De estas tres especies la
más extendida y abundante en España es la liebre ibérica, un endemismo ibérico
que podemos localizar en Andalucía, ambas Castillas, Extremadura, Levante y
algunas zonas de Galicia y de la Cordillera Cantábrica. La liebre de piornal
tiene un área de distribución muy restringida, en ambientes montanos, en
alturas superiores a los 1.000 metros, de tal modo que sólo está presente en la
Cordillera Cantábrica, siendo Asturias y León los territorios que cuentan con
una población más abundante de liebre de piornal. La liebre europea mantiene
poblaciones reseñables en los Pirineos, norte de la provincia de Burgos y la
práctica totalidad de Cantabria. La liebre europea (Lepus europaeus) es la de
mayor tamaño, en torno a 4 Kg, y la de más amplia distribución mundial
apareciendo en la práctica totalidad de Europa y en el noreste de la Península
Ibérica, al este del Narcea y al norte del valle del Ebro.
De origen estepario, abunda sobre todo en
las zonas agrícolas despejadas, tanto en la llanura como en la meseta y,
excepcionalmente, también en los bosques de cierta extensión o en la montaña.
Altitudinalmente se extiende desde el nivel del mar hasta la alta montaña,
donde puede llegar hasta los 2.000 metros.
A diferencia del conejo, la liebre se
oculta en madrigueras poco profundas, ya que cuenta para disimularse con su
coloración mimética. Con excepción del período de celo, vive en solitario. El
celo dura de enero a octubre, y las crías nacen con vista y con pelo,
caracterizadas por su precocidad, ya que son capaces de correr y alimentarse
por sí mismas desde el momento del nacimiento.
La liebre tiene muy desarrollados el oído
y el olfato, siendo la vista su peor sentido. El tipo de vida que lleva la
liebre, en terreno abierto, sin refugiarse en madrigueras abiertas en el suelo,
ni entre piedras o troncos de árboles, motiva una especial adaptación del
animal a este medio, habiendo desarrollando una particular estrategia defensiva
dentro de la etología de la especie. Así, la liebre no solo es muy veloz y
ágil, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 70 Km/hora, sino que está
siempre atenta a cuanto sucede a su alrededor, siendo una estampa clásica de la
especie, verla sentada sobre el suelo con las patas delanteras colocadas de
forma erguida, para escudriñar y vigilar cuanto sucede en su territorio, como
se puede apreciar en algunas de estas fotografías. La liebre es también
sumamente recelosa y cautelosa, de forma que no se dirige nunca directamente a
su lugar de encame, sino que con la clara intención de despistar a posibles
depredadores y diluir su rastro, efectúa bruscos giros y cambios en el sentido
de la marcha, para terminar dando un gran salto cuando está próxima a su
refugio, colocándose en sentido contrario al llevado en la marcha.
Sufren diversas enfermedades, favorecidas
por las superpoblaciones, el síndrome de la liebre parda, la tularemia, que ha
provocado elevadas mortalidades en Europa y llegó a España en 1991, enfermedad
peligrosa por su posible transmisión al hombre.